La violencia entre iguales tiene consecuencias perniciosas para todos los implicados,
pero con distintos síntomas y niveles de sufrimiento.
Aunque los efectos más acusados se muestran en la víctima, los agresores
y los observadores también son receptores de aprendizajes y hábitos negativos
que influyen en su comportamiento actual y futuro.
Todos los implicados en situaciones de maltrato, en cualquiera de los roles,
están en mayor situación de riesgo de sufrir desajustes psicosociales
y trastornos psicopatológi-cos en la adolescencia y en la vida adulta,
que los chicos y chicas no implicados.
No hay duda de que la consecuencia más extrema del bullying y el cyberbullying
es el suicidio o la muerte de la víctima o aun cuando no es tan extrema la consecuencia,
si afectan a la salud, a la calidad de vida, al bienestar y al correcto desarrollo de la persona.
GARAIGORDOBIL, M. (2011).
Entre las principales consecuencias que posee el ciberbullying son las siguientes:
Tensión Autoestima baja Pesimismo Tristeza Aversión al ambiente en que se encuentre
Suicidio.
Tensión: Debido a la ansiedad que posean las personas como víctimas del ciberbullying
por el horror y el temor de encontrarse con los victimarios o en este caso de recibir mensajes,
imágenes y videos que no corresponden a la realidad.
Autoestima baja: Es la falta de confianza que tiene la persona en sí mismo y por ende a otras
personas.
Pesimismo: Debido a que las personas se sienten mal y provocan negativismo en ellos
y las demás personas.
Tristeza: La persona se desanima y se pone a llorar por la situación que le provoca
el ciberbullying.
Aversión: Al ambiente en que se encuentre, prefiere la persona mantenerse aislado
de todas las personas para no tener ningún inconveniente.
Suicidio: Las personas se deprimen por tanto abuso y agresividad realizada
por los diferentes medios tecnológicos que llegan atentar contra la vida (Asanza, 2014).

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